22 abr 2008

Sor-Aya

Desde la victoria de ZP he estado medio catatónico, prueba de ello las pocas entradas que he escrito en este blog, suerte que Maat está al quite. Como decía, he estado sumido en un estado de apatía hasta que he visto a Rajoy ponerse flamenco cuando no debe y con quien no puede.

Hoy he vuelto a la vida gracias a las declaraciones de Soraya Santamaría, unas declaraciones en las que afirma saber jugar muy bien a las cartas, haciendo alusión a las últimas declaraciones de Aguirre y, además, sentenciaba con un refrán de no sé qué cosa de un convento, que ahora mismo no recuerdo exactamente, por eso no lo reproduzco.

Entiendo que Soraya quiera hacerse la dura de roer, la ariete de las malas lenguas, pero con ese tipo de comportamiento lo único que logra es el efecto contrario, alguien debería recordarle otro refrán que dice: niña refranera, niña puñetera.

Muy mal Rajoy y muy mal Soraya

6 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Todos en el partido estarán con Soraya y Rajoy, todos los militantes, todos los conpromisarios y tal y tal. Pero los votantes estamos un poco cansados de su incapacidad.

Anónimo dijo...

¿Así que la nena de Rajoy es una maleducada?. Pues a las nenas maleducadas se las pone cara a la pared y se las hace copiar 1000 veces seré buena y me comportaré correctamente. Y si no dos azotes al culete tampoco van mal.

Claudedeu dijo...

Soraya tiene cara de niña buena: no puede poner morros así porque sí.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Hola, te comunico que te he concedido un premio en mi blog.

Un abrazo

23 de abril de

Charramunguero dijo...

Muy señores míos ¡muchas gracias por el premio! ahora vamos por él.

Claudedeu, imagino que intenta hacer bien su trabajo pero yo no la veo y eso que fui de los que no dijeron nada en su contra cuando fue elegida, hoy sí que digo que no me gusta NADA

H, si te escucha la Vice te pone fino, imagina...

Luis, ¿crees que esto obedece a una estrategia como dicen por ahí? yo ya no sé que pensar, es tan absurdo!

El Paiser dijo...

"Algunos años llevo en el Convento"...dijo Sor-Aya