¡Trolls!

Desde que abrimos este blog, Maat y yo nunca tuvimos la necesidad de poner la opción de moderación de los comentarios, cada uno era libre de decir cualquier cosa sin pasar censura. Ayer me vi obligado a activar este servicio, gracias a la aparición de un troll.

La verdad es que me importa bien poco lo que pueda decir un troll, más cuando el sujeto en cuestión tiene el perfil típico del troll progre, que se caracteriza por su falta de educación, espantosas faltas ortográficas que se tiran a los ojos y que defiende ideas tan rancias y ridículas como el comunismo, eso creo entender, porque su gramática era tan nefasta que no se entendía muy bien lo que balbuceaba, igual me estaba llamando guapo y no me he enterado.

Como sé que lo que más excita a un troll es ver reflejadas las patochadas que escribe he decidido comportarme como un comunista y, ahora, los comentarios serán revisados por el menda, así que lo siento por mi flamante troll pero ya no tienes cabida aquí.

Aprovecho para decir que las amenazas están tipificadas en el Código Penal y no tengo ningún problema para dar aviso a la Guardia Civil.