19 feb 2009

Donde las dan, las toman (y callar es bueno)


"El objetivo del gobierno español es superar a Francia en renta per cápita en tres o cuatro años, a pesar de que esto no lo quiere ni oír mi amigo Sarkozy, pero es así".

24 de septiembre de 2008
(Zapatero, el que aprendió economía en "dos tardes")


"La situación en Francia es muy seria, aunque es todavía peor en España con una tasa de paro cinco veces y media la de Francia".

18 de febrero de 2009
(Sarkozy, alias “y ¿ahora qué?, listillo”)


¡Que alguien largue a este imbécil de la Moncloa ya!, por Dios, qué cruz.

6 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Lo que ocurre es que saben que hay millones con la venda, que ni ven, ni oyen, ni recuerdan.
Saludos

Charramunguero dijo...

ahora, se podrá caer el mundo pero a este payaso no se le quita la cara de gilipollas

Maat dijo...

#Caballero. Pues yo no se qué necesitan para abrir los ojos. A lo mejor tenemos lo que esta sociedad borrega se merece.

#Charramunguero. No insultes al líder y sonríe, ten talante. ;)

Anónimo dijo...

Jajajaja.

Hay que reconocerle al ególatra de Sarkozy que la patada en la espinilla que ha dado a Zetapero es buenísima.

Anónimo dijo...

Ya le ha dado varias... Como cuando se plantó con el avioncito y trajo a los españoles retenidos (no me acuerdo ahora del país en cuestión... Una superpotencia africana)

Maat dijo...

#No a todo. Cuando escuché las declaraciones de Zapatero en su día. me dió vergüenza ajena. Las hizo entre risitas y con una actitud de adolescente chulito e ignorante que tiraba para atrás. Ahora, después de oir a Sarkozy, lo que me da vergüenza es ser española, no nos merecemos esto, no.

#H. Ya me acuerdo, y lo más alucinante es que intentó apuntarse el tanto recibiendo a las azafatas a pie de pista. Aunque podía haber hecho lo mismo cuando los que regresaban eran militares fallecidos (asesinados) en Afganistán y no recibirlos a las tantas de la madrugada y sin tanta repercusión mediática (de los de su cuerda, claro) como con las azafatas.

En fin, no se de qué nos sorprendemos.