
La mujer de la foto se llama
Sonsoles Zurraspa, era una niña cuando en marzo de 2008 el presidente de la oposición, Mariano Rajoy, la nombró por primera vez en un debate televisivo contra el presidente del gobierno Rodríguez Zapatero.
El 9 de marzo de 2008, Zapatero volvió a ganar las elecciones generales en España y "la niña de Rajoy" fue olvidada por todos.
Esta es la terrible historia de Sonsoles Zurraspa,
la niña de Rajoy:
Sonsoles era una niña afortunada. Vivía en un gran país, pero la victoria de ZP en aquellas elecciones de 2008 cambiaron su vida. Los primeros cambios se produjeron en su escuela, un colegio de religiosas de la orden de las mercedarias del Cristo de la Buena Muerte. Con la llegada de Zapatero al poder, se suprimieron las órdenes religiosas, se las expulsó de España y el colegio pasó a manos del Estado llamándose Colegio Público de la Revolución de las Azores.
Sonsoles como todos sus compañeros y compañeras, estudiaba con entusiasmo. Su asignatura favorita era Educación para la Ciudadanía, en ella aprendió a obedecer al zpEstado descubrió que en las guerras no hay vencedores ni vencidos y que un señor muy malo y fascista llamado Aznar metió a España en una cruenta guerra.
Sonsoles se dedicó en cuerpo y alma a su asignatura favorita, tanto que suspendió todas las demás. Esto no fue un problema, incluso llegó a la zpUniversidad pese a que casi no sabía escribir y confundía la K con la Q, pero llegó a licenciarse.
Un buen día, la niña de Rajoy fue obsequiada con un manual para niños en el que el zpEstado le informaba de cómo conocerse uno mismo. En uno de los apartados el manual mostraba las mil y una formas de masturbarse, Sonsoles a sus diez años descubrió el maravilloso mundo de la masturbación, fue el descubrimiento del año, lo probó con todo, los rotuladores Carioca, todo tipo de verduras con forma fálica y hasta miraba los bolardos de la calle con deseo.
Pasaron los años y Sonsoles, ya mocita, decidió poner en práctica lo que había aprendido en la escuela, vivir del zpEstado ¡tenía todo lo que necesitaba al alcance de su mano! Okupó una casa, se ganaba la vida con las pagas que el zpEstado le daba por parasitar y vivía feliz sin preocuparse nada más que de bailar bien las cariocas en el Retiro y divertirse como hacían los jóvenes de su tiempo, follando en la calle, meando en la calle y bebiendo en la calle hasta las tantas..
Un buen día Sonsoles se quedó preñada, todo un fastidio para una chica moderna y viajada como ella, había viajado por los barrios de Madrid e incluso había salido al extranjero, a países como Catalunya y Euskalherría.
Decidió abortar, era muy joven y quería estar libre para visitar un país llamado Suevia, así que se fue directa a una de las clínicas que el zpEstado había puesto por toda la ciudad, una de esas clínicas en las que no hace falta justificar nada para abortar y, además, gratis.
Un buen día, la niña, ya moza, de Rajoy, quedó con unos colegas para quemar unas cuantas sedes de un partido fascista que se llamaba PP. La pobre Sonsoles estaba llena de ira, los fascistas amenazaban su mundo, querían acabar con el estado del bienestar de un plumazo, gritaba y gritaba cosas como: ¡peperros! ¡vosotros fascistas sois los terroristas! Pero alguien, seguramente un fascista, lanzó una mierda de perro que, con tan mala suerte se le metió en la boca. Sonsoles con la boca llena mierda, no podía respirar, se ahogaba, así que la llevaron al Hospital Montes pero un anestesista que pasaba por allí al ver a Sonsoles con la boca llena mierda y con extrañas y rítmicas convulsiones decidió que lo mejor que se podía hacer era sedarla. Todos sus colegas estaban de acuerdo con la idea del anestesista, el portero, la chica de la centralita, hasta un repartidor de pizzas que pasaba por ahí aplaudió la decisión.
Así fue como Sonsoles, la niña de Rajoy, abandonó el mundo de los vivos.
El final de la historia se puede cambiar ¿vas a dejar que la niña de Rajoy muera con la boca llena mierda? Tú puedes evitarlo.